domingo, 22 de diciembre de 2013

... y mi necesidad de TODO.

Una vez alguien me dijo que mi gran problema era ser auto-suficiente para todo ámbito de mi vida... Claro que lo dijo sin saber que más adelante iba a ser mi pareja y que, justamente, ese estaba por ser el punto de conflicto de nuestra relación. Entre ideas y vueltas, intentos de cambio de ambas partes, algunos enojos y otras lágrimas; descubrimos que eramos muy distintos uno del otro, en relación al amor.

Él, totalmente dependiente de la otra persona.
Yo, totalmente (como él mismo lo había dicho) auto-suficiente.
Él, me priorizaba a todo.
Yo, ya venía con una lista de prioridades hecha.
Él, con el amor por delante de todo.
Yo, con el amor por detrás.

Después de varios intentos de mantener una relación y de lastimarnos mutuamente, todo terminó.
Meses después, una nueva persona apareció. En apariencias, y paradójicamente, cien por ciento independiente. Me enamoré! y ahora soy yo quien reclama atención. 

martes, 9 de julio de 2013

Ma fée...

Si de amores yo te vine a hablar, más de uno seguro te puedo contar, pero en este caso algo particular te tengo que relatar…

Ella…

Tiene los ojos más negros, grandes y profundos…
La risa más noble, blanca y fuerte…
Los cabellos más sedosos, ondulados y rebeldes…
Las alas más largas, puras y enérgicas…
Su cara, un conjunto angelical.
Su cuerpo, un hada sin igual.
Ella es la mujer de más corta edad, y mucho amor capaz de dar.
Posee de cuantiosa libertad, con prejuicios todavía no ha de cagar.
De rencores, celos y desamores no sabe conversar.
Me enamora…
Me enloquece…
Me marea…
Me quita el insomnio, la cordura, la madurez y la amargura.
Mi amor por ella es tan grande como pequeño,
tan grande que no (me) cabe en un solo corazón
y tan pequeño,
que es capaz de amucharse en una dulce mirada…
En una sonrisa al paso o en dos simple palabras,
“Hola padrino” me dice y todo vuelve a pasar.

Ella…


lunes, 10 de junio de 2013

Espero y desespero...

















Espero...
Sentado a la mesa de cualquier bar.
En la esquina de mi barrio que más se hace transitar.
En los sueños de cama y campo caminar.

Espero, siempre espero...
Porque mi soledad se hizo costumbre.
Porque es el camino más fácil de andar.
Porque el miedo me hace así reaccionar.

Espero, concretamente, siempre espero...
Alguien que me haga besar sin darme tiempo a pensar.
Esa persona que me lleve a escapar de mi estructura mental.
A quien me invite a improvisar.
Porque si por algo estoy esperando...
Es porque hoy me doy cuenta de mi miedo a amar.

(Es muy difícil de pensar que alguien enamoradizo tenga miedo a amar pero es este mismo miedo, que me paraliza y me hace esperar por alguien que actúe sin dejarme pensar, alguien que por impulso me haga reaccionar).