Si de amores yo te vine a hablar, más de uno seguro te puedo
contar, pero en este caso algo particular te tengo que relatar…
Ella…
Tiene los ojos más negros, grandes y profundos…
La risa más noble, blanca y fuerte…
Los cabellos más sedosos, ondulados y rebeldes…
Las alas más largas, puras y enérgicas…
Su cara, un conjunto angelical.
Su cuerpo, un hada sin igual.
Ella es la mujer de más corta edad, y mucho amor capaz de
dar.
Posee de cuantiosa libertad, con prejuicios todavía no ha de
cagar.
De rencores, celos y desamores no sabe conversar.
Me enamora…
Me enloquece…
Me marea…
Me quita el insomnio, la cordura, la madurez y la amargura.
Mi amor por ella es tan grande como pequeño,
tan grande que no (me) cabe en un solo corazón
y tan pequeño,
que es capaz de amucharse en una dulce mirada…
En una sonrisa al paso o en dos simple palabras,
“Hola padrino” me dice y todo vuelve a pasar.
Ella…
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